De EE.UU. sin amor

Es justo reconocer que la apertura del país con instancias internacionales, es un éxito casi total. Estados Unidos ha jugado un papel trascendental, han caído grandes traficantes criollos, expertos en rutas, lavadores experimentados y las fronteras están casi bajo control.

La ayuda viene de la conciencia de que EE.UU. es el principal consumidor del mundo. Ha decomisado miles de millones en bienes, dinero que debería ser entregado o compartido con el país de origen, ya que en nuestras limitaciones financiamos millonarios costos operativos.

En la lucha contra la corrupción es donde se descubren los mayores atracos. FIFA GATE, ODEBRECHT, lavado de las minas, Seguros Sucre, los robos de Petroecuador, el atraco de la intermediación con Petrochina, consultorías y hoy el reciente caso del ISSPOL.

EE.UU. ha incautado miles de millones en bienes mal habidos e impuesto millonarias multas, pero Ecuador es el estafado, y tanto delitos como delincuentes son ecuatorianos, no se nos estrega un solo centavo.

Tampoco hay colaboración para los juicios. La Fiscalía dirá que sí envió ‘oficios’ pero los nombres de los correístas que se repartieron $36 millones  de Odebrecht aún son secretos.

Otros países firmaron acuerdos con los delincuentes y fueron presos varios expresidentes -hasta provocaron suicidios-, pero en Ecuador no hubo ni acuerdo ni nombres. Hoy, ante la desaparición de los fondos de la policía,  juzgamos por cosas menores, y la Fiscalía no tiene la valentía de imputar a quienes tenían la obligación de controlar: un superintendente pidió disculpas y la otra salió con un “Yo sí dije”.

Mientras EE.UU. persigue a unos delincuentes, esconde a otros; incauta bienes mal habidos e impone millonarias multas. En Ecuador recibimos abrazos, condecoraciones, unos cuantos computadores, pruebas PCR, decenas de respiradores  y ninguna vacuna.

El amor con hambre no dura, dice el refrán.

Somos una plaga en esta tierra.”

David Attenborough (1926 – )
Científico naturalista británico.

 

No me dispongo a defender o sorprender, pero tampoco hago nada para evitarlo.

 Sarah Silverman (1970 – )
Comediante, actriz y escritora estadounidense.